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SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL, 15 de junio de 2008

SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL, 15 de junio de 2008

Hoy día 15 de julio de 2008 he tenido el privilegio de asistir en el Centro de Alzheimer de la Fundación Reina Sofía a la presentación del DVD, Santiago Ramón y Cajal: las mariposas del alma.

Me ha conmovido. Apenas si he podido ver la mitad de la presentación y tengo urgencia en compartir lo visionado.

Santiago Ramón y Cajal tuvo sin duda alguna acceso a los conocimientos sobre el origen del origen. De alguna manera y tal como otros grandes hombres, Einstein, Beethoven o Graham Bell se le dio la oportunidad de ojear el gran libro de la vida.

Médico, investigador, escritor, fotógrafo, filósofo, artista y hombre comprometido fue capaz de adelantarse a la mecánica quántica y al universo holográfico. Cajal habla de los axones y del intercambio de estos con las dendritas, en una red neuronal semejante en fractal a la que compone el universo entrelazado. El axón emite mensajes químicos sin aparente soporte material, que están a un tiempo en multitud de estados simultáneos. Del cerebro a la mente, de la mente al origen, donde quiera que este se encuentre. Un microscopio, apenas capaz de ver más allá de lo que se podía en la época y su determinación de hombre de bien, fueron más que suficientes para adelantarse a la moderna neurociencia.

El buen pensar, la responsabilidad de emitir sólo lo mejor que haya en nosotros, se confirma desde el entrelazamiento de redes que conforma el gran cerebro de la humanidad en su conjunto. Observar los dibujos de Cajal, las interconexiones que dibujan neuronas, dendritas y axones. Saber que somos en realidad lo que emitimos, que estamos reproduciendo de continuo lo de dentro hacia fuera, debiera de hacernos meditar sobre lo oportuno de hacer un cambio en nuestras vidas y cuanto antes. Nada es ajeno y todo está interconectado, en un bellísimo cuadro de profundidad infinita.

Hay muchas claves en este DVD, tanto en lo concerniente a la ciencia más clásica, como a los valores más delicados del ser humano o a la rapidez y el porqué de las cosas que pasan. Lo recomiendo vivamente.

El vídeo está audiodescrito y subtitulado, versiones español e inglés, puede ser por tanto visto y oído también por ciegos y sordos

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Tenemos el gusto de anunciarle la presentación oficial del DVD SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL: LAS MARIPOSAS DEL ALMA, producido por TVE Comercial, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (Fundación CIEN) y la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Este DVD contiene el documental del mismo nombre, de una hora de duración, coproducido por TVE y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, con motivo del centenario de la entrega del Premio Nobel a Ramón y Cajal.

Ganador del GOLDEN AWARD FOR THE BEST BIOGRAPHY en el World Media Festival 2007 (Hamburgo) el documental se ofrece en este DVD que presenta, además, una serie de contenidos extras. Con ellos se completa este proyecto, muy recomendable a nivel educativo y divulgativo de nuestra ciencia y de los valores universales que impulsaron a Cajal a realizar su tarea, cuyos resultados le han llevado a ser el fundador e inspirador de la neurociencia moderna.

http://www.divisared.es/Paginas/FichaProducto.aspx?idTitulo=1213

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Hará como cosa de diez o quince años escribí esta narración sobre Leslie Lemke, que creo complementa lo referido anteriormente.

LESLIE LEMKE


Por FLV

May dudó unos instantes; no por falta de resolución, sino porque era consciente de la responsabilidad que asumía al hacerse cargo de un niño en aquel estado. La adopción de un niño, en fase terminal, suponía para ella ser responsable de algo tan extremadamente serio, como ayudar en el tránsito de una etapa de vida, precaria, a otra en la que sólo Dios sabe que nos aguarda.

Leslie hizo su irrupción en este mundo en Milwaukee, allá por mil novecientos cincuenta y dos. Su madre lo dio en adopción nada más nacer. Tras un parto prematuro, llegaba a la vida con una gravísima afección ocular y desarrollaba un glaucoma, por el que fue preciso extirparle ambos ojos. Sufría también de daños en el cerebro y su frágil salud inducía a pensar que el hálito de la existencia iba a escapársele en breve.

El fragilísimo estado del niño movilizaba al servicio social del condado, empeñado en hallar una persona que se hiciera cargo de una criatura en tal situación, evitando que muriese en un hospital, lejos del cariño de una madre.

Dieron con la persona, May Lemke, su madre desde entonces. Esta mujer, enfermera de profesión, contaba cincuenta y dos años al hacerse cargo del niño y tenía además cinco hijos propios.

Los hijos de May habían comenzado a independizarse. De hecho, vivía prácticamente sola con su marido Joe, en una modesta cabaña cerca del Lago Pewaukee. May guardaba, sin embargo, mucho amor dentro de sí, en disposición de ofrecerlo con generosidad a quien lo precisara.

May cuidó toda la vida de Leslie con cariño infinito. Enseñó a éste todo cuanto de ella precisaba: a comer, para no morir atragantado, a comunicarse, por medio de sonidos y del tacto de las manos; a caminar... May residía prácticamente de manera permanente en el corazón del niño.

Leslie no sólo no murió, sino que se fue transformando en un muchacho grande y fuerte, cuidado en todo momento por las bondadosas manos de la menuda y bella mujer que era May.

May pasaba el día cantando y hablando a Leslie. De hecho, Leslie permanecía amarrado a ella por una cinta desde el amanecer al ocaso. Se le ocurrió en una ocasión poner las manos del niño sobre un piano. El niño se dejó hacer.

Leslie se sintió intrigado por el ritmo y por la música desde el primer momento. Poseía una prodigiosa memoria y era capaz de reproducir las canciones escuchadas, o de repetir cualquiera de las conversaciones que hubiese escuchado, días e incluso meses antes.

Leslie contaba catorce años de edad cuando vino a acaecer que una noche quedó embelesado, en unión de sus padres, por el fondo musical de una película emitida en televisión. May, Joe y Leslie se fueron a la cama con el regusto del buen cine y la emoción del agradable sonido. Al amanecer, May volvió a escuchar la dulce melodía. Resultaba extraño, pero pensó que Joe tal vez se habría dejado puesta la televisión.

Bajó presurosa las escaleras del cuarto y al llegar al recibidor, la sorpresa y la emoción la dejaron sin aliento. Allí, frente a ella, se estaba produciendo el milagro tantas veces rogado a Dios. El ser desahuciado, condenado a una muerte prácticamente segura, se le manifestaba en la gozosa plenitud de la melodía que le fluía del alma a las manos.

Un niño ciego, autista, con parálisis cerebral y salud quebrada, deslizaba sus dedos por las teclas del piano, e interpretaba a la perfección el Concierto Nº 1 en Piano de Tchaikossky.

Sólo una vez en toda su vida había tenido Leslie la ocasión de escuchar esta pieza. Resultó más que suficiente. Nunca hasta entonces había interpretado nada o recibido clases de música, salvo el acompañamiento rítmico apoyado por los dedos de su madre.

May rebosaba de contento En la convicción de que debía de hacer partícipe del regalo de la música de Leslie a la comunidad, se decidió por dar a conocer sus habilidades en iglesias, escuelas...

Leslie provocaba el asombro entre quienes le escuchaban. Su repertorio resultaba ilimitado. Era capaz de reproducir cualquier canción con solo escucharla una vez. Su fama comenzó a extenderse por doquier.

En una ocasión, Walter Cronkite, de la CBS, daba inicio a uno de sus programas informativos vespertinos, con la siguiente noticia: “esta es la estación del año en la que se celebra un milagro. La historia que les voy a narrar pertenece al período del año en que nos encontramos. Es la historia de un joven, un piano y un milagro”.

Desde entonces, Leslie ha dado conciertos a lo largo de EE.UU. Ha estado incluso de gira por Japón. Hoy es el día que sigue ofreciendo conciertos gratuitos en guarderías, cárceles o iglesias.

Lo realmente sorprendente de esta historia de personas que padecen de discapacidad en grado extremo, es el círculo que se cierra sobre sí, del amor al amor.

En mil novecientos ochenta, May comenzó a padecer la enfermedad de Alzheimer, enfermedad de la que más información se dispone y sobre la que más se ha investigado hasta el momento; pero de la que aún no existe tratamiento eficaz que la combata.

En realidad el Alzheimer es la enfermedad del olvido. Las referencias más elementales se trastocan. La desorientación es una constante, que daña a quien la padece y duele a quien acompaña. May iba olvidándose de todos, de sí misma y hasta de su querido Leslie.

Sólo de tanto en tanto una sonrisa se le dibujaba en los labios. Era cuando Leslie ejecutaba en el piano las dulces melodías, que todavía perduraban en algún lugar del dañado cerebro. Entonces sonreía y decía “éste es mi chico”.

Si la música cesaba, May caía en el mutismo y se encerraba en el olvido. Falleció el seis de noviembre de mil novecientos noventa y tres.

Leslie vive ahora con una de las hijas de May. La música es su idioma y le hace hablar, disfrutar e incluso le hace aflorar un cierto sentido del humor.

Leslie padece el síndrome del sabio. Es un síndrome extremadamente raro – personas que padecen de discapacidad, pero que gozan de habilidades, que serían notables incluso en personas “normales” -. Sin embargo, lo realmente sorprendente es el prodigio de la música que le llega desde el ángel que lo habita.

Es probable que no se hayan dado en el último siglo más allá de las cien personas que padezcan este síndrome. Leslie es un caso único entre mil millones.

Hoy es el día también que su música sigue acariciando las copas de los árboles y rezuma el cielo en el que May sonríe diciendo “éste es mi chico”.

REFERENCIA: An inspirational perfomance

http://wismed.org/foundation/lemke.htm

http://video.google.es/videosearch?q=leslie+lemke&sitesearch=#


1 comentario

Tita -

Desearía conocer el nombre de la múica de fondo de la serie televisiva Ramón y Cajal.
Una serie estupenda, como otras varias que pasaban en esa época.
Se elevaría el nivel de la TV , si volvieran a pasarlas.
Muchas Gracias.
le saludo con la mayor distinción


Tita