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La economía, el arte y el amor, 23 de mayo de 2013

La economía, el arte y el amor, 23 de mayo de 2013

 

  1. El mundo como límite material en la generación de bienestar físico convencional y el control de las élites respecto de su distribución

 

El mundo, tal y como se concibe desde los sentidos físicos tiene unos límites de espacio y de recursos para el mantenimiento de la vida de las diferentes especies que en él habitan.

 

La evolución humana sobre la Tierra ha generado cambios que probablemente no se hubiesen manifestado de no existir en lo interior del hombre el deseo de dominar y poseer la materia.

 

Este deseo surge de la necesidad de las cinco “aes” que el primero de nuestros congéneres inspira como impronta en el nacimiento, y que le distingue de los “no humanos” cuando se comunica con el medio para obtener de él libre y gratuitamente lo que precisa para la experiencia de la vida:

 

-          Aire

-          Agua

-          Alimento

-          Amor

-          Arte

Se pasa al cambio forzado, que también se induce al hombre como nueva impronta en la evolución, al cambiar del estadio paleolítico al neolítico o de hombre cazador recolector a hombre asentado, que deja de confiar en la provisión, como hacen el resto de los animales no humanos, para querer asegurarse la abundancia en la tierra sometiendo a esta y al resto de sus iguales con avaricia desmedida.

Las cinco aes se transforman en:

-          Aire contaminado, desigual y con precio

-          Agua estresada y con precio

-          Alimento adulterado, mal distribuido y con precio

-          Temor (lo contrario de Amor), gratuito

-          Precio a la belleza

 

Las élites gobernantes desde neolítico al primero de los imperios conocidos y de ahí a nuestros días han hecho suyo uso patrimonial de los recursos de la Tierra sin tener en cuenta la necesidad de compartir estos, siquiera con la propia fuente que los genera ni aun de retornar parte del equilibrio termodinámico con la energía sustentadora y menos todavía de manera equitativa con el resto de los seres humanos.

 

De otra parte, la velocidad con la que se manifiestan los sucesos temporales del ahora no tienen parangón en la historia humana conocida. A mediados del siglo XVIII la aplicación del conocimiento humano cambia de nuevo su relación con el medio, y lo hace de manera aún más depredadora a como lo ha venido haciendo, sin más propósito desde entonces que el disfrute de los pocos. Es ese presente el que marca el comienzo de la industrialización masiva y sin límite de los procesos de obtención de recursos para la vida.

 

Es un periodo que marca un antes y un después en el devenir de la especie humana. Posteriormente esto se expresará de otras formas, segunda revolución industrial, tercera… Pero la primera automatización industrial señala el inicio del paso del esclavismo a la robotización de la persona. Nada volverá a ser como antes. Es cierto que la esclavitud y servidumbre robotizada de unos hombres para con otros se ha sutilizado y hay quienes incluso de buen grado aspiran a hacer de la máquina un buen intermediario para obtener una migaja de felicidad.

 

Es en ese periodo también cuando la economía industrial ya a escala global irrumpe en escena rasgando el marco de tiempo sobre el que se asienta, obviando cualquier atisbo de consideración moral. La ciencia al servicio del poder de unas pocas familias financieras, reales o dictatoriales destruye todo cuanto se interpone a la expansión de la codicia. El hombre es una pieza más en el mecanismo y lo que suceda en su interior queda al margen.

 


 

  1. Progreso tecnológico ¿controlado?

 

No hay nada casual en las consecuencias de los actos. Todo tiene un origen primero, ya sea en forma de pensamiento, palabra o acción. La avaricia de controlar la naturaleza para hacerla sujeta a la voluntad humana es la raíz sobre la que crece el árbol horrible de sus consecuencias perturbadoras.

 

De la máquina de vapor a las centrales nucleares; del telégrafo al satélite; de la válvula al transistor; de este al almacenamiento de datos en el estado líquido del magnetismo, del carbono al grafeno, el progreso avanza sin consenso o aspiración superior a otra que no sea el dominio y control. La ciencia ni es aséptica ni busca el bien común; tiene unos amos, señores que feudalizan no sólo a otros hombres sino a todo lo visible y lo invisible.

 

Es tal el desbarajuste que puede que incluso si desde ya se adoptase conciencia en las decisiones hayamos cruzado un umbral de complicado retorno. Inteligencia artificial capaz de tomar decisiones por sí misma; desequilibrio brutal en el ecosistema que impide el agrado de vivir en los lugares más bellos de la Tierra; entendimiento armonizado de las cosas con las que se interacciona, cercenado por generaciones para miles de millones de seres humanos…

 

Da la impresión de que incluso esté planificada por quienes no tienen conciencia la eliminación de una parte de la humanidad.

 

El agua, el aire, la alimentación, el arte y el amor, la salud y la propia vida, el recreo, el clima, el espacio, las aguas interiores y exteriores, absolutamente todo lo que un ensueño puede alcanzar a recrear está sometido, seamos o no conscientes de ello, al control de quienes se han erigido en dueños de todas las vidas y haciendas.     

La economía que no persigue el bien común es una economía de guerra. La guerra es el miedo; el miedo es el caos. ¿Volvemos al origen?, del Caos surge Cronos y de éste Gea y Urano; ¿cielo y tierra en espiral de ascenso y voluta espiral? La última barrera, la del amor sin condiciones, puede llegar a caer si el hombre no se planta y pone freno a su programación biológica parcheada sobre la marcha, obviando miedos, incluido el de perder el bien mayor que es el de la propia vida.

El progreso que desconsidera la participación humana en la experiencia de vivir es progreso deshumanizado. No es humano, por tanto. Puede ser cualquier cosa, incluso la más fantasiosa; pero fuera del ser y de la conciencia.

 


 

3 -  Agotamiento y cambio de paradigma

 

Una película reciente, febrero 2013, refleja con cierta dosis de verosimilitud lo que otras ya vienen advirtiendo de tiempo atrás a esta parte: este ciclo se ha acabado y otro ha comenzado. Es cierto que la película lo presenta de manera trágica, pero los efectos especiales hacen muy creíble algunas de las cosas que en ella se refieren.

El Atlas de las Nubes, continuación en cierta medida de la saga de Matrix, es la condensación del poder tecnológico sobre cualquier intento humano de coexistir de manera pacífica con la naturaleza.

“Cloud Atlas o el Atlas de las Nubes es una película de ciencia ficción escrita y dirigida por Tom Tykwer y los hermanos Andy y Lana Wachowski. Está basada en la novela homónima de 2004 escrita por David Mitchell y fue estrenada en Estados Unidos el 26 de octubre de 2012” 

   Población sobre la Tierra

Años, comenzando por el 500 AC

 

Tomado de: http://www.eumed.net/cursecon/2/evolucion.htm 

El cambio de paradigma, nuevas reglas, civilización nueva o como quiera llamársele se está produciendo cuando justamente hay más conocimiento y ciencia aplicada que en toda la historia conocida de la humanidad. Probablemente el 90% de todos los investigadores que hayan existido estén vivos en estos momentos.

Jamás ha habido tampoco tanta riqueza material. Del año cero al año 1000 la población mundial se multiplicó por seis; la riqueza total sin embargo no aumentó. Del año mil al dos mil la población se multiplicó por veintitrés y la riqueza lo hizo por trescientos (Stefan Houpt).

El tiempo se ha acelerado y la mirada también. Discernir es tarea propia de avezados peregrinos, cuando es manifiesto tal empuje informativo. Lo que sí parece evidente es que este momento de 2013 es el cambio, aunque también pudiera no serlo.

En estas dos fotografías robot chinas tan parecidas a seres humanos que se confunden con estos.

 

http://yarlethtecnologia.blogspot.com.es/2010_06_01_archive.html 

 

 

 

http://diario.latercera.com/2012/04/12/01/contenido/tendencias/16-106074-9-muestran-en-china-al-robot-humanoide-mas-avanzado-del-mundo.shtml 

 

Dijo recientemente un economista que si la proporción de cambios “exteriores” (económicos, sociales, ecológicos) sobrepasaba excesivamente la de cambios "interiores" (humanos, relacionales) el fin de la humanidad estaba cerca. 

4 – Conclusiones

En la teoría de los sentimientos morales, vol. II, página 316, Adam Smith, dice actuando acorde a los dictados de nuestras facultades morales perseguimos necesariamente la forma más efectiva de promover la felicidad humana (apuntes de clase)

Transcribo asimismo lo que se dice de él en Wikipedia, por ser relevante para mis conclusiones Adam Smith basaba su ideario en el sentido común. Frente al escepticismo, defendía el acceso cotidiano e inmediato a un mundo exterior independiente de la conciencia. Este pensador escocés creía que el fundamento de la acción moral no se basa en normas ni en ideas nacionales, sino en sentimientos universales, comunes y propios de todos los seres humanos.1 

En 1776, publica La riqueza de las naciones, sosteniendo que la riqueza procede del trabajo. El libro fue esencialmente un estudio acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza, tema ya abordado por los mercantilistas y fisiócratas, pero sin el carácter científico de la obra de Smith. Este trabajo obtuvo para él el título de fundador de la economía porque fue el primer estudio completo y sistemático del tema”

 

Tengo el convencimiento de que la economía, las ciencias y la gestión social han surgido desde la prepotencia de quienes desde algún recodo de la historia han tenido y aún tienen la prerrogativa de la violencia. La han ejercido y ejercen con una frialdad sin límites. Lo curioso de este momento es que ya no se cree preciso justificar en dogmas de ningún tipo el desprecio que se siente por el que se considera inferior, esclavo e incluso robot.

Lo más paradójico de todo es que el cambio ya se ha producido, aunque la polvareda impida descubrir cuál es el cuadro que queda para el siguiente estadio evolutivo. Los días, meses, años se han acelerado y el pellejo de muchos se nos queda incrustado en ocasiones en esquinas desgarradoras. Mi intuición y mi mente, cierto sujeta a pereza, me induce sin embargo a otear la luz del nuevo amanecer.  

Referencias

Historia del pensamiento económico, Wikipedia

http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_pensamiento_econ%C3%B3mico

Leopoldo Abadía, El economista esperanzado

http://www.leopoldoabadia.com/

Stefan Houpt

Apuntes de clase

No le digas a mi madre que trabajo en bolsa

 

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