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In memorian, Juan Jesús Martín Tardio, 24 de febrero de 2014

In memorian, Juan Jesús Martín Tardio, 24 de febrero de 2014


La historia la hacen las personas”. Destacar a las que han contribuido significativamente a la de las telecomunicaciones españolas, es parte de lo que pretendemos aquí.

http://historiatelefonia.com/2014/02/22/in-memoriam-juan-jesus-martin-tardio/


Juan Jesús Martín Tardio recientemente fallecido, es sin duda uno de ellos.

Juan Jesús Martín Tardío (Mocejón 1941, Olías Del Rey 2014)
Juan Jesús Martín Tardío (Mocejón 1941, Toledo 2014)
Físico. Desarrolló su labor profesional en Telefónica dónde desempeñó diversos puestos técnicos y directivos.

Escritor apasionado y polifacético, en su tiempo libre se dedicó tanto a las telecomunicaciones como a la investigación histórica de su tierra toledana.

Su compañero y amigo Francisco Limonche, nos hace una sentida semblanza:

Dice de sí mismo Juan Jesús Martín Tardio en su magnífica página web:

“Me señalan que debo escribir mi biografía en la presentación de esta Web, pero creo que es totalmente innecesario hacerlo. Muchas de mis experiencias de la Vida, como ya señalé, están escritas entre líneas en los diversos libros que aparecen en la misma (comenzando por Pensamientos y Recuerdos), y además en algunos de ellos aparecen los árboles genealógicos de mis cuatro primeros apellidos. Lo más que añadiré respecto a mí, es que soy un Ser Humano de lo más normal y además con muchos defectos, pero con una Visión u objetivo en la Vida: tratar de ayudar a que algún día se reconozca la realidad una de la Humanidad Una sin separatismos ni banderías de ningún tipo. En otras palabras soy un ciudadano más de esta hermosa Tierra,……….. a la que tan poco cuidamos.”

Y continúa…:

“He de señalar que no soy un historiador profesional; no conozco la metodología historiográfica. Por estudios universitarios soy Físico y por profesión he dedicado toda mi vida laboral al fascinante mundo de las Telecomunicaciones, y digo fascinante porque lo es y he vivido y participado en su evolución intensamente. También he de señalar que para mí la vida es fascinante en todas las ramas del saber y no sólo en las Telecomunicaciones. Comencé a hacer este tipo de trabajos o libros escritos (personales, no de mi profesión) en el año 1993, por las razones y con el propósito que se exponen al principio del libro “Pensamientos y Recuerdos”. En 14 años he investigado y escrito 20 libros de este tipo, los investigo y escribo por hobby y entretenimiento en mis ratos libres y de vacaciones. No vivo de esto; mi profesión es otra. Aparte del tema o investigación que contiene cada libro, en la mayoría de ellos aparece además mi experiencia de la Vida, reflexiones y meditaciones sobre varios y diversos temas concretos y abstractos. A veces lo que escribo es un diálogo conmigo mismo tratando de buscar respuestas a las preguntas que nos hacemos muchos: ¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, etc.?”

De sus escritos sobre telecomunicaciones destacamos en especial el referido a “Albores y primeros pasos de la transmisión de datos en España (1965-74)”, del libro “Crónicas y testimonios de las telecomunicaciones en España”, editado en 2006 por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación.

El mejor homenaje que le podemos hacer a Tardio es tenerle presente a través de sus libros, tanto los dedicados a la historia de las telecomunicaciones como a los de su Mocejón natal (ver por ejemplo también su “El Teléfono en Mocejón” de 1995).

Reproduzco un correo que le envíe cuando empezó a ponerse malito:

“El Tardi (así le llamamos los que le queríamos), al que siempre tendré en muchísimo respeto y cariño, fue mi jefe durante una de las mejores etapas de mi vida profesional en Telefónica. Respondo con copia a todos a este su correo, que trasluce un tanto de nostalgia. Tardio sabe que estamos viviendo en el tiempo del no tiempo. Todo se ha acelerado, las familias se recomponen, que no descomponen, y cada cual ha de ser consciente del propósito de la experiencia vital que ha asumido al hacerte consciente del regalo de la vida. En todas las culturas hay una figura de referencia universal, que trasciende ideologías, personalidades o egos: Jesús el Cristo. Y bueno, aquí tenemos también a Jesús el Tardio, de corazón hermoso y prosa generosa.

Una cosa sobre todas destaca de Jesús el Cristo, que ama a los demás como a sí mismo. Dos sentimientos contraponen al ser humano, por un lado el miedo, en todas sus variantes; por otra el amor, en todas sus posibilidades. No sé si lo percibís, pero ha llegado la hora de la unicidad; ya no más dualidades. Todo lo que somos viene del Padre, de la energía perfecta que mueve cuanto vibra. El miedo nos aleja del ser que aspira al reencuentro con lo mejor de sí. El amor inteligente nos acerca sin embargo a las puertas de casa.

Tardio, sigue en tu línea, pero por favor, no dejes nunca de sonreír. Todo lo que ocurre, separaciones, divorcios, fallecimientos, desengaños forma parte de esa pequeña prueba a la que nos somete temporalmente nuestra conciencia. Lo que se manifiesta tiene una razón de ser y jamás dejaremos de ser la familia que somos y que no se puede romper: la familia humana.

Hay muchas más cosas que puedes hacer, además de las que ya haces; la más importante para ti, tus amigos y el mundo: emitir sosiego, alegría y mucho amor.

Un abrazo de tu amigo que te quiere, Paco Limonche”

A mi padre en su partida le dediqué un poema de San Juan de la Cruz, a Juan Jesús Martin Tardio le dedico este otro.

Entréme donde no supe:

y quedéme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

1. Yo no supe dónde estaba,
pero, cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

2. De paz y de piedad
era la ciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida, vía recta;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda ciencia trascendiendo.

3. Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo.
toda ciencia trascendiendo.

4. El que allí llega de vero
de sí mismo desfallece;
cuanto sabía primero
mucho bajo le parece,
y Su ciencia tanto crece,
que se queda no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

5. Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía:
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

6. Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer;
que no llega su saber
a no entender entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

7. Y es de tan alta excelencia
aqueste sumo saber,
que no hay facultad ni ciencia
que la puedan emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
irá siempre trascendiendo.

8. Y, si lo queréis oír,
consiste esta suma ciencia
en un subido sentir
de la divinal esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda ciencia trascendiendo.

Juan de la Cruz

1 comentario

pablo martin basanta -

que cosas mas entrañables dices y que bonitas cuando estaba ya malito recibia correos muy chulos pero este me ha encantado