FELIZ NAVIDAD, 17 de diciembre de 2018
Navidad 2018
Hola amigos/as:
La Navidad llega antes según pasan los años. Parece que el mundo recorre etapas a mayor velocidad, como si le urgiera llegar a algún lugar.
Al tiempo la vida es cada vez un espacio mejor, pese a que ha perdido la sujeción de antaño.
Nací en la manchega ciudad de Villanueva de los Infantes. El cuarto en el que mi madre me trajo al mundo lo iluminaba un candil. Llegué con facilidad y presteza, deseando participar en lo que la vida me tenía preparado.
En mis primeros años el horizonte se reducía a los confines más cercanos y a las estrellas que rutilaban como diamantes de belleza hiriente, que se clavaban en mi pecho.
No sabía que significaban cielo o tierra; sólo soñaba, reía o tenía miedo.
El conocimiento de la vida y cómo esta se expresa se me escapaba por aquel entonces y aún me sigue eludiendo. Ahora Google me brinda acceso a la mayor biblioteca que jamás hubiera imaginado; sin embargo por más que indago y averiguo sólo alcanzo a entender destellos o aromas de lo que mi corazón anhela.
¿Es eso la vida? Porque entender sigo sin entenderla. Debo convenir no obstante que algunos argumentos y razones me resultan atractivos y encuentro en ellos un mínimo fundamento.
Son éstos Dios, que vibra en mi conciencia; la familia y amigos que me impulsan a la experiencia; el camino conjunto con todo los es y me vincula con el destino idealizado. Simultáneamente manifiesto mi cansancio por la búsqueda.
La vida es simétrica y está determinada. Tal cómo he vivido así será lo que me reste. El más pequeño cambio sólo se produce el día anterior y sólo si el día siguiente es espejo de éste. Es entonces cuando perfumea como brisa o aliento.
Y ¡qué difícil resulta el cambio del día anterior¡ Me habitan pensamientos y sentimientos. Los unos me producen inquietud y desasosiego; los otros me calman y llenan de esperanza.
Si yo soy los dos, ¿por qué me llevo tan mal con los unos y me resultan tan complicados de alcanzar los otros?
La atmosfera de navidad es un espacio en la mente, tal como lo es el tiempo pasado. Está contenido en un cuarto interno o morada de lo profundo, y se desconoce si existen llaves o se intuye siquiera dónde encontrarlas.
El mundo es cada vez mejor, ya lo he dicho, y cada vez siento mayor amor a todo cuanto de éste se me diluye, sea el peso de la mochila o la sonrisa o caricias nunca alcanzadas. Amo la vida y amo a los seres con los que he tenido y tengo la oportunidad de compartir escenas de la realidad limitada. Miro a través de la estrecha mirilla de lo alto, perspectiva del olimpo de los dioses. El enjuto cristal empañado me dice que ya es Navidad y que de nuevo el niño de Dios vuelve a habitar en mí.
Un abrazo.
Francisco Limonche Valverde
P. D.
Me apetece compartir un par de enlaces que me parecen de gran interés:
LAS LECTURAS DE GUILLERMO, fantástica web madrileña de libros con acceso a las primeras páginas de muchos de ellos:
https://laslecturasdeguillermo.wordpress.com/
PIJAMASURF, maravillosa página que llega de México plagada de sabiduría, filosofía y el mejor castellano.
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