El relato y la certidumbre de la vida. 18 octubre 2021
*El relato y la certidumbre de estar con la vida*
Voy a hablar en primera persona, especialmente por ser yo a quien mejor conozco.
Durante años y aún sigo en la inercia, he ido conformando un relato fabula de mi propia historia y determinado el rumbo de la misma.
Este relato de lo que soy o creo ser me modela desde lo percibido, sentido e interpretado; en especial pensamientos derivados, repetitivos y exigentes que dan forma de estatua inamovible a mi persona, respecto de cuanto aparento ser ante los demás.
Creo entender no obstante y tampoco estoy seguro del todo, que soy lo que pienso y la historia de mi vida la creación de un relato en verbo vivo hecho carne.
Pese a este conocimiento hay palabras que todavía me digo que son cárcel autoimpuesta… PERO, SIN EMBARGO y sobre todo NO, cuando desde niño busco el SÍ definitivo, sin dudas o miedos.
Las palabras y en especial los adjetivos emitidos con respeto, coherencia y una pizca de afecto pueden hacerme elevar y vislumbrar los pliegues del cielo. Por el contrario, aquellas y aquellos lanzados como cuchillos se tornan en lo opuesto. Amor, gloria, gozo acarician; odio, ira, rencor hieren.
En mi run run mental cotidiano lo habitual era hasta no hace muchos años sentirme victima: de Dios, del mundo, los demás, la suerte. Y la suerte es estar vivo y ser consciente de ello. Quizás la vida sea algo muy simple, tal vez dar con el abracadabra que abra la cueva morada en la que se ocultan los tesoros.
¿Cómo transformar en coherencia el léxico interno y manifestarlo en lo externo? Lo único que se me ocurre es con ayuda mutua y adaptación amable respecto de cuanto no entiendo.
El primer error que recuerdo haber repetido hasta la saciedad. compararme. No ser lo suficientemente bueno, guapo, listo… relacionado con fulano, mengano, zutano.
El segundo autojustificarme de continuo, diciéndome o diciendo “soy así y no puedo cambiar”
Otros mantenerme en el querer y no hacer; amar y no atreverme siquiera a través del silencio activo, ser yo mismo el amor que busco sin esperar a cambio.
El agua al igual que las palabras es el compuesto químico más extraño conocido. Posee la propiedad de manifestarse en estado solido, liquido, gaseoso y plasmático. Así la palabra puede helarte la sangre, fluir y convertirte en río, mar y océano a un tiempo. En igual medida vapor que asciende y te deja en puertas donde toda ciencia se trasciende, fundido en el punto cósmico del que provienes.
La palabra y el agua aparentan caer cuando en realidad en ocasiones suben. Así es o quiero creer sea la vida en evolución.
Los animales no humanos se comunican con gestos, gruñidos, emociones y comportamientos específicos. El animal hombre además de lo anterior lo hace dando nombre a cuanto observa. Ve el fuego y se apropia para hacerlo llegar como nave más allá del Sistema Solar. No obstante, cree contemplarse a sí mismo y escudriña en lo más pequeño para hacerse dueño de una vida que no le pertenece.
Probablemente ahí radique parte del legado de Babel. Los dioses han confundido nuestras humanas mentes, convirtiéndonos en carceleros de nosotros mismos. No es así, no es así, pero tampoco sé que es. Dios nos ama, ¿por qué hay dioses que no lo hacen?
Sé que la vida es por aproximación y que no se contempla uno a sí mismo como lo hacen los demás. Me puedo ver en un espejo, fotografía, video, mas sin embargo no hacerlo a través de los ojos desnudos. Lo más parecido a verme como tú lo haces es contemplarme desde la narrativa de tu mirada.
Bendecir, bien decir, me bendigo en este día y te bendigo amigo, amiga, naturaleza, equilibrio, movimiento ascendente en escalera paraíso. Agradezco y estoy en gracia contigo, belleza, armonía y sosiego. Y así en tal manera que hasta que volvamos a encontrarnos Dios nos tenga a todos en la palma de su mano.
FLV
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