La mirada de lo lejano, 6 de abril de 2013

LA MIRADA DE LO LEJANO

 

De siempre me recuerdo boca arriba contemplando el cielo en búsqueda del sosiego ante lo acelerado. En las noches titilando por la fascinación de las estrellas; en el día meciéndome con el azul interminable que la pupila refleja.

 

El cielo congelado que vibra en el cuadro hermoso o recoge la buena fotografía en el momento cierto es el cielo soñado por el pincel o la cámara del artista. Es pensamiento detenido para el recreo en los detalles. Si además de ello conmueve y mueve es evidencia de que la resonancia por lo sublime ha dado con el camino de retorno. El ojo de Dios o nebulosa Hélice de la fotografía siguiente, es una hermosísima imagen tomada por la NASA a través de su observatorio Hubble apenas unos pocos años atrás, pese a que se sabía de su existencia desde antes de 1824.

 

Filtros nebulares, la cámara pausada y el toque de la mano que mece el corazón han dado con esta maravilla que asemeja una pupila donde todo está contenido. En el centro Dios parece que se repliega sobre sí mismo y vuelve a renacer a través del infinito que le rodea.

 

 

Resulta de una imaginación tan elevada situarse en el lugar del objetivo, que por fuerza ha de admitirse que la contemplación cercana debe de resultar aún más estremecedoramente bella. ¿Qué interpretación extraer de los puntitos blancos que rodean al ojo? Bien pudiesen ser puertas de entrada a nuevos mundos formándose en la agonía de la estrella. El ciclo morir-renacer de un Ser semejante al Sol que nos calienta, pues no es sino eso la nébula Hélice, expandiéndose por medio de dos capas inmensas de gas para situarse en un nuevo comienzo, ejemplificando en lo extremadamente grande lo que acontece de continuo en la pequeña pupila que me pone ante todo lo que soy capaz de abarcar.

 

Todo está relacionado y esta fotografía que ya tenía en mí como referencia adquiere nuevo significado por un acontecimiento vivido hace poco más de doce horas.

 

Ayer día cinco de abril tuve ocasión de asistir a un encuentro con el secretario general de la ONU Ban Ki-moon en el Teatro Real de Madrid, donde nos habló a los asistentes de los objetivos del milenio, justo mil días antes de que este concluya a comienzos de dos mil quince.

 

De alguna manera resultó para mí como la paradoja del ojo que pretende visualizar en mil días y ante un auditorio que imaginativamente representaba a la humanidad a razón de diez millones de personas por cada uno de los quizás setecientos que nos encontrábamos presentes, un mundo por fuerza mejor y más justo.

 

El mundo como aldea de cien personas es un ejemplo muy manido. Pero baste ejemplarizar para entender el desequilibrio que implica el de los que todo poseen que el simple hecho de disponer de una cuenta corriente en un banco te hace más rico que el setenta y cinco por ciento del resto de seres humanos.

 

Dijo que estamos en una encrucijada donde el paso incierto o el peso de la pluma que cae sin remedio lleva al acantilado. Un renacer a un nuevo paradigma donde el nuevo cielo se pinta en colores de amor y miedo de unos o de esperanza de otros, pero cielo inevitable en todo caso. Estallan galaxias en mi interior y mi ser refleja el ojo de Dios y mi propio ojo, que quizás sean una misma cosa.

 

Hablar de la marca España o de objetivos de todavía mayor materialidad al tiempo que aspiras a la belleza no deja de ser paradójico. Somos dualidad unificada y lo inevitable de la lucha se torna en desgaste sabiendo que la pluma ya ha caído.

 

 

REFERENCIAS:

 

Nebulosa de la Hélice, http://es.wikipedia.org/wiki/Nebulosa_de_la_H%C3%A9lice

 

Página web Naciones Unidas, http://www.un.org/es/

 

Video retorno a la inocencia: http://www.youtube.com/watch?v=Rk_sAHh9s08

 

Os animo a leer el PDF adjunto y si os apetece descargaros también alguno de los veintisiete libros que aquí se incluyen.

http://www.sindinero.org/blog/archives/8898

 

Saludos y buen día