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ESTAR ATENTOS, día 22 de marzo de 2013

ESTAR ATENTOS, día 22 de marzo de 2013

He recibido un libro que quiero compartir, pues ese es también el propósito de quien me lo envía. Es de un ser que ha vivido en la bipolaridad extrema; ha salido con bien de ella y precisa pregonar a quien experimente algo semejante que hay esperanza tras el dolor.

 

La bipolaridad más dura es el espejo dramático de la dualidad. En cada uno de nosotros se produce de alguna manera cuando negamos lo oscuro, triste y feo que nos agobia, que es cuando menos negar el cincuenta por ciento de lo que somos: dualidad unificada, donde por fuerza lo bueno debe de abrazar lo que menos nos gusta de ese mí mismo que también soy yo.

 

Creo que la lectura del libro de Manuel López Arrabal merece atención. Está muy bien escrito y contiene además claves prácticas de mucha utilidad.

 

El libro se puede descargar desde aquí:

 

http://www.guiassiglo21.blogspot.com.es/

 

Os propongo también si tenéis ocasión escuchéis al sicólogo y tiripeuta Fidel Delgado en la intervención que tuvo hace unas semanas en el congreso CONCIENCIA ACTIVA. Además de reíros un montón os emocionará la didáctica con la que aborda los agobios que atenazan al ego humano y la manera de coexistir con ellos.

 

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=LVidiOwQaCk&list=UUtl_BMupa6FRh3TYddU2ILg

 

El tiempo ya no obedece ley alguna y es ocasión de ir más allá del velo de la supervivencia para llegar hasta donde la valentía de cada cual permita. Tiene sentido esta crisis inducida?; ¿tiene sentido el sufrimiento extremo de miles de millones de hermanos? ¿Qué hay más allá de lo evidente? No es fácil de entrever, puestas permanentemente las gafas del miedo; pero más allá parece que el rayo de la recién comenzada primavera enluce perfumes de azahar permanentes.

 

Estad atentos, cuidar todo lo que entre y salga por la boca, lo que emitís, pensáis y sentís y hacerlo coherente con el nuevo mundo que sin duda se verá más pronto que tarde.

La foto tiene más de treinta años, aunque me sigo pareciendo

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