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En el día de todos los Santos 1 noviembre 2023...

EL SENTIDO DE LA VIDA

 

Por Francisco Limonche Valverde

 

Un youtuber, cuyo canal supera los 96.000 suscriptores y tiene por nombre Kygalion, subió hace unos meses un video impactante, de 5 horas de duración, titulado “el sentido de la vida”

 

En dicho video se engarzan extractos de 270 películas, la mayor parte de ellas de Hollywood, agrupadas en temas tales como:

 

- ¿Qué es la realidad?

- ¿Quién es Dios?

- Situación mundial

- ¿Qué es la conciencia?

- El bien y el mal

- Materialismo

- Sufrimiento

- Miedo

- Muerte

- Sentido de la vida

 

Así hasta 46 temas distintos. No sé el nombre del youtuber. No aparece o al menos yo no lo he visto, en lugar alguno de su canal.

 

De las cinco horas que dura el mencionado vídeo he visionado cerca de tres. El propio autor recomienda no dedicar más de veinte minutos seguidos a hacerlo, fundamentalmente por razones de salud mental.

 

Es un video muy recomendable, dado la disparidad de puntos de vista de quienes han influido interesa o desinteresadamente en guiones o dirección, respecto de las inquietudes trascendentes del ser humano.



Algunos retazos de cortes de películas:

 

Ya no importa cuan

Estrecho haya sido el camino

Ni cuantos castigos lleve mi espalda

Soy el amo de mi destino

Soy el capitán de mi alma, INVICTUS

 

Al final todo saldrá bien y si no sale bien es que aún no es el final, El exótico Hotel Margold.

 

Nuestro mayor miedo no es que no encajemos; nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta… Entrenador Carter.

 

No he podido llegar a conclusión alguna. Sería precipitado hacerlo, sin embargo, tengo el pálpito de que no debo de esperar para compartirlo. 

 

Deduzco que la mayor parte de las películas y mensajes centrales se sitúan en los anhelos y miedos más comunes: la muerte, vida después de la vida, la disolución, el aparente sinsentido de la existencia; la búsqueda eterna de la verdad.

 

Los seres humanos somos esencialmente parecidos: dormimos, rezamos, luchamos, trabajamos, soñamos, sufrimos y experimentamos cosas semejantes.

 

Benditas células, moléculas, átomos, partículas y subpartículas que en el big bang estuvieron unidas y nunca dejarán de estarlo.

 

El investigador del ICTA-UAB (universidad autónoma de Cataluña) y de la Universidad de Quebec, McGill Eric Galbraith, dice que, si comprimiésemos en un solo ser el conjunto de los 8.000 millones existentes, de las 24 horas del día, 9 horas las pasaría durmiendo; 9,4 horas socializando: higiene, ocio, religión, solidaridad, formación…; 2,6 horas trabajando; 45 minutos cuidando de la casa y 1 minuto lo dedicaría a la gestión de residuos.

 

Por cierto, este último minuto parece indicar que nos importa bien poco cuidar de la naturaleza. 

 

El estudio abarca más del 80% de la humanidad, contempla 4.000 actividades distintas y 20 años de estudio por cada uno de los países analizados. 

 

El COVID dio una tregua al hombre y el gran aviso de que no podía seguir así. 

 

Tuvimos que parar a la fuerza y también por fuerza admitir que éramos muy vulnerables.

Transcurridos tres años hemos retornado a la inercia del materialismo extremo, a la guerra de Ucrania, Palestina y otras 58 más. Quizás haya 4 o 5 millones de personas matándose en distintos escenarios del mundo. Esto representaría un 0,01 del total de seres humanos, ya en ejércitos mercenarios o de cabecillas locales, quizás incluso ejércitos regulares conformados por niños o jóvenes que no saben por qué matan o son muertos.

 

La Tierra al tiempo se seca y el aviso del Covid se difumina. 

 

Vivimos desde hace años en un polvorín atómico climático, alejados quienes deciden los grandes asuntos de un mínimo de conciencia y consciencia. 

 

Estoy convencido sin embargo de que es mayor el bien que su contrario. La prueba es que seguimos vivos. 

 

Durante los meses más intensos del COVID tuve la oportunidad de colaborar con Homeless Entrepreuner, una entidad privada sin ánimo de lucro radicada en Barcelona Su finalidad es empoderar y ayudar a las personas que viven en situación de calle a salir de dicha situación. 

 

Esto me permitió participar en la búsqueda, que resultó exitosa, de dos empleos, en un caso un hombre, en otra una mujer, a la vez que motivar con varios artículos desde la web de Homeless. 

 

He de admitir no obstante que varias de las personas que se me asignaron no consiguieron empleo alguno, en su mayor parte por carecer de permiso de trabajo.

 

A nadie se le puede pedir optimismo y menos aún a quien no sabe dónde va a pasar la noche. 

 

El sentido de la vida

 

Yo entiendo como sentido de la vida la experiencia y vivirla conscientemente. De añadidura practicar la coherencia pensamiento, palabra, emisión y acción. Sin embargo, soy incoherente y miedos, pereza y automatismos me llevan en ocasiones a desatenderme. 

 

Propongo cuatro puntos cardinales de la conciencia: 

 

Norte, amar y ser amado.

 

Sur fe, confianza, agradecimiento por la vida.

 

Este, la palabra

 

Oeste, respeto a la vida tanto propia como ajena.

 

El norte a la luz de la conciencia conduce al amor. Es a la vez meta y sendero. Somos amor y de amor hemos de dar cuenta. Olvidarse de ello es olvidarse de la vida misma.

 

Aplicarlo no resulta nada fácil; implica voluntad profunda y disciplina sentida.

 

La vida se torna en ocasiones muy dura, en especial para las personas en situación de calle. No obstante, aún de mayor dureza resulta para cualquiera sobrevivir sin dar sentido o propósito a todo cuanto se vaya presentando.

 

Sólo temo una cosa, no ser digno de mis sufrimientos. 

 

Esta cita de Dostoievski mantuvo a Víktor Frankl en la confianza de sentido durante los más de tres años de infierno, en los que sobrevivió a varios campos de exterminio, incluidos Dachau y Auschwitz.

 

Viktor Frankl pudo haber evitado ser detenido. Ya era un reputado neurólogo y siquiatra en Viena cuando los nazis apresaron a sus padres y esposa. A él se le ofreció un salvoconducto, que no aceptó, y siguió la suerte de aquellos a los que amaba.

 

Finalmente pudo salir con vida de los hornos de la muerte. Le mantuvo el propósito de amor y servicio que le guiaba, aún en el infierno de la industria del exterminio.

 

Su norte fue el amor y por amor hacia sí y los demás continúo con vida. No obstante, el infortunio le tenía otra terrible y desgarradora sorpresa. El 27 de enero de 1945 las tropas soviéticas liberaban el campo en el que se encontraban tanto él como su esposa, pero en el tumulto, ella murió aplastada.

 

La palabra como espíritu que se transforma en materia. Comunicarse es uno de los actos de voluntad humana de mayor alcance. Por ello su uso debe de ser desde la impecabilidad. 

 

Por favor, no utilicéis la palabra en vano y menos aún para ofender u ofenderte; ser condescendiente o lastimar a tus semejantes.

 

La palabra hablada puede ser un arma o una rosa. Depende de cada cual la elección que haga al respecto; conviene, sin embargo, recordar que la palabra tiene una causa primera: el pensamiento. Somos lo que pensamos, transformado por el verbo.

 

Ser impecable con el pensamiento es una decisión que beneficia tanto a quien la toma como a quien está junto a él. Pensar una cosa, decir otra; hacer distinto y emitir diferente es sencillamente una locura. Pero, en muchas ocasiones sucede así.

 

Pensar es un acto similar al de respirar. Inspiramos oxígeno, de igual manera que inspiramos pensamientos, con una frecuencia similar en ambos casos. Si por una u otra razón dejásemos de hacerlo, cinco o diez minutos más tarde podríamos llegar a morir.

 

El oeste indica el ocaso y recuerda que hasta el final la vida es el bien más preciado a proteger. 

 

Todos somos peregrinos pertrechados de equipaje, de mayor o menor volumen. Unos caminamos a Santiago; otros hacia la Meca o quizás hacia el oriente; pero todos lo hacemos al interior de nosotros mismos. Ese es el camino y no conviene distraerse en las ocurrencias que le acompañan.

 

El sur es la base sobre la que asienta todo, desde la confianza, la fe, ya en uno mismo, ya en la vida o en el propio Dios.

 

No olvides que no existe sobre la Tierra un solo ser humano que no sea necesario. La urdimbre de este mundo la conformamos todos, desde quienes aparentan mayor brillo, a quienes alarga la mano reclamando el debido respeto y ayuda. 

 

Y seguir buscando sin desmayo hasta el fin…

 

Jesús ha dicho: Que quien busca no deje de buscar hasta que encuentre, y cuando encuentre se turbará, y cuando haya sido turbado se maravillará y reinará sobre la totalidad y hallará el reposo. EVANGELIO APÓCRIFO DE TOMÁS


1 comentario

Pedro Ruiz -

Gracias por estas sabias reflexiones, por poner magistralmente negro sobre blanco tal cantidad de pensamientos, tan necesarios.
Tiene mi admiración y agradecimiento, Francisco.

"Dad roce, risas, amor. Aromas así recordad." PR