CONTIGO SOMOS MÁS PAZ, 15 de septiembre 2013
Ayer domingo día 15 tuve la fortuna de asistir al octavo encuentro de Contigo Somos + Paz. Me gustó mucho. Siempre hay un regalo adicional al de la mucha paz que ya de por sí facilita el propio encuentro. Música sentida del guitarrista al que la madre donó un riñón (José Carlos Gómez), precioso discurso de Emilio Carrillo, cuya sola presencia facilita la apertura de corazón, Sister Jayanti, de mirada amorosa y dulce acento, pasión andalusí hindú en la voz de María del Mar Fernández y relajación plena con Julio García.
http://www.fundacionananta.org/
Pero de las personas intervinientes la más fascinante y merecedora de elogio encendido al menos de mi parte es Idelfonso García, auxiliar de enfermería, que junto a su esposa, puso en marcha hace unos diez años el proyecto PLANTAMOS ÁRBOLES.
http://plantamosarboles.jimdo.com/ (página en construcción)
Disponen de un vivero propio en el que decenas de voluntarios plantan semillas y las riegan hasta convertirlas en arbolitos susceptibles de ser trasplantados allá donde sea preciso.
Todos los árboles, miles y miles que han regalado, han pasado por las manos de niños, personas muy mayores, mujeres embarazadas y personas en general amantes de los árboles que voluntariamente depositan semillas en el sustrato previamente acondicionado.
Las personas que participan en esta actividad sanan algo de esta Tierra y en parte se sanan a sí mismos al compartir algo tan terapéutico como retornar a la naturaleza lo que es propio de la misma.
Los seres humanos necesitamos los árboles. Ellos podrían vivir perfectamente sin nosotros. Cuando se borre, si así sucediera, toda huella humana sobre la Tierra, para que continuara la biología de la manera que pudiese sólo podría ser a través de la transmutación que realizan los árboles.
Sombra, oxigeno, gozo, frutos, alimento, golosina, salud…El árbol es el ser natural de la Tierra; nosotros somos tan sólo sus invitados y parte pequeñita de la misma.
Y Cielo y Tierra en la voz de Emilio Carrillo. Estas son algunas de sus palabras.
El Poder de Soltar: Vivir para Vivir
El proceso consciencial del ser humano alcanza un punto culminante cuando se comprende, asume e interioriza el “Poder de Soltar”.
“Soltar” es algo desconcertante para la mente e inaceptable para el ego. Por eso, muchas personas que sienten hoy la necesidad de soltar, lo experimentan y contemplan como un reto casi imposible. Pero no es así. Lo cierto es que soltar es lo natural y lo que emana espontáneamente del interior en un determinado momento de la evolución espiritual. Y nuestro “verdadero ser” lo exige con claridad cuando se llega a ese estadio concreto del devenir consciencial.
Por eso, para soltar, basta con fluir y dejarse llevar por lo que brota de nuestro interior más hondo y sagrado. Se comprende entonces desde el Corazón que ya no queda otra opción que desapegarse. Desapegarse y vaciarse de todo. Incluso de uno mismo y del enorme peso que nos mantiene atados a una realidad que no es más que un sueño aplastaste, una colosal Matrix, que nos vuelve cadáveres vivientes –muertos que entierran a sus muertos- que se sueñan viviendo y se sepultan a sí mismos en el "tener que", el "deber de", el "yo quiero"...
Soltar... Soltar todas las referencias preestablecidas y todos los sistema de creencias; soltar conceptos y esquenas mentales; soltar imágenes y formas; soltar la ilusión de que somos espirituales por aferramos a la idea de la espiritualidad; soltar la cruz y la vela, el incienso y el padre nuestro; soltar las palabras que nos atan al rezo a un Dios exterior y ficticiamente separado de nosotros mismos; soltar guías, canalizadores y maestros, sobre todo maestros; soltar templos costosos que albergan la salvación; y soltar prácticas y cultos farragosos que nos muestran un “camino” predefinido por otros para acercarnos a ese Dios pretendidamente distante.
Soltarnos... Soltarnos de la gran mentira de que precisamos de un trabajo y unos ingresos para poder “vivir” (con cuánta frecuencia se confunde “vivir” con “sobrevivir”, que es lo que se hace en la Matrix); soltarnos de la ilusión de que necesitamos una pareja, una familia o unos amigos para ser felices; soltarnos de las inercias, comodidades y protecciones con las que nos hemos apresado a nosotros mismos en la "cárcel de máxima seguridad" de nuestros miedos; soltarnos de toda la película que nos han pintado desde el comienzo de nuestros tiempos, convirtiéndonos en marionetas de un titiritero; soltarnos de todos los cuentos que nos contaron y nos siguen contando para que continuemos chupándonos el dedo.
Soltar... Soltar todo lo que provoca resistencia: mientras haya resistencia, no podrás fluir; soltar cualquier tipo de lucha: si sigues empeñado en luchar contra algo, contra lo que sea, no podrás crear; soltar cualquier clase de miedo: en tanto haya miedo en tu vida, de cualquier especie, no gozarás de Libertad; soltar deseos y anhelos; soltar también rechazos y renuncias; soltar la necesidad de soltar.
Soltar... Soltar para jugar a crear; soltar para Confiar en la Vida...
...Y, al fin, soltarnos de nosotros mismos hasta Ver la luz que siempre fuimos y Somos y constatar la divinidad de nuestra “naturaleza esencial”.
Cuando se comprende esto, lentamente y sin alternativa, como un inmenso globo que soltó las amarras, el vuelo comienza y se despliega de instante en instante. Y todo en nosotros y a nuestro alrededor se transforma y transfigura en Amor.
No puede ser de otra manera. Ahora, tras soltar, observas desde donde no hay nada inventado, fijado, controlado, programado. Ya no eres tocado ni alcanzado por nada ni por nadie. Y sólo observas. Observas en Soledad (la "Edad del Sol”) y Silencio. Observas sin distracción, sin temor, sin deseo. Observas sin palabras, sin forma. Y observas hasta, incluso, dejar de observar para integrarte absolutamente en lo observado. ¡Y en ese preciso momento tomas consciencia de la Consciencia y de que eres el Todo!
Entonces no hay vuelta atrás posible. Has hecho tuyo el "Poder de Soltar" y asistes al maravilloso Milagro del desapego completo. El vaciamiento llena tu Vida, que ya no es tal, sino la Vida misma. Y contemplas todo de modo diferente, pues se desvanecen los velos y disfraces que tapaban lo Real. En ese instante, una nueva visión de la “realidad” aparece ante ti. Y todo lo que fuiste, eres y serás se descubre ante tus ojos nuevos. Todos los tiempos y el destello mismo del tiempo se abren espléndidos.
Ya todo es claro e intensamente pleno. Y te inunda un Amor que no es describible. El Amor que se expande desdela Sabiduría de que nada es ajeno a ti y nada se halla fuera de ti. Tú eres todo lo mirado y observado, sin excepciones. Estás unido a Todo y no hay diferencia alguna entre el Todo y tú. Y te inunda el discernimiento de la ficción que supuso todo aquello que llamaste "yo", "me", "mí", "mío" o "mi".
Cesó todo. Se habrá expandido aquello que se consideró “tú” en algún instante del momento presente continuo en el que lo eterno se desenvuelve. Al unísono, se difuminará cualquier idea de identidad, sea física, álmica o espiritual, individual o colectiva. Consciente del “Poder de Soltar”, amarás y vivirás la Vida como jamás pudiste soñar, sin perder detalle, sin desear nada e, igualmente, sin renunciar a nada de lo que la Providencia -tu "verdadero ser" en acción- y la propia Vida -no tu programación mental- te pongan por delante. Y se posará suavemente y para siempre en tu Corazón el “Vivir Viviendo”, que es la única verdad de la Vida en cualquier plano y Dimensión que se experiencie.
Vivir Viviendo: irradiando permanente Amor; conectado a todo lo que existe; desplegando la Divinidad que Somos y Todo Es; en constante estado de dicha, gozo y éxtasis, siempre con entusiasmo y la máxima energía vital; invulnerable e incontaminable ante lo que sucede; con la absoluta certeza del resultado que produce cualquier acción; testigo imparcial de la Evolución de la Creación en todas las escalas y niveles bajo el perpetuo impulso del Amor.
Vivir Viviendo: la única verdad de la vida; la verdad de que ¡sólo vale la pena Vivir para Vivir!:
http://www.youtube.com/watch?v=RUyMWed8C6k
Francisco Limonche Valverde
El Espinillo, 28041 Madrid, España
Bitácora personal
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