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Espiritualidad

EL AROMA DE CRISTO, 22 de abril de 2009

EL AROMA DE CRISTO, 22 de abril de 2009 EL AROMA DE CRISTO





Madrid a miércoles, 22 de abril de 2009





Hace poco más de quince horas regresaba de Tel Aviv. Durante diez días y en compañía de veintidós personas, he tenido la dicha de recorrer algunos de los lugares por los que transitó dos mil años atrás Jesús, Cristo, el Maestro, hijo de María y de José.



La tierra de la Biblia es ahora la del nuevo estado de Israel, donde las alambradas, controles policiales y el asfixiante aliento de la seguridad se ciernen como permanente recuerdo de que su experiencia de vida, dolor y muerte, aún no han calado en este mundo que aspira desde entonces y desde siempre a la paz.



Hemos estado alojados en el convento de las “Rosary Sisters”, congregación cristiana de monjas árabes fundada en 1880, en la ciudad de Jerusalén. Dicha congregación cuenta con sesenta y tres centros distribuidos entre varias de las ciudades del Islam más importantes, en el Oriente Medio fundamentalmente. La congregación despliega toda una amplia acción social, desde el cuidado y la educación, al alojamiento de los peregrinos. Las diferencias con respecto de otras congregaciones, es que es la única de estas características constituida en Tierra Santa y que las hermanas se turnan permanentemente en los diferentes centros para rezar a cada hora el rosario.



Una monja de dulce sonrisa, frágil y tierna, pero al tiempo sólida y estable, Sor Pasquale, ha sido nuestro ángel cuidador, en la oración, el alimento y el abrigo. ¿Cómo puede una sonrisa ser tan fuerte y tan bonita? Todavía tengo en mí la tarde de ayer, cuando se despedía de nosotros inundándonos a besos y bendiciones desde la puerta del convento.



Jerusalén, ciudad de tópicos, donde las barreras más inexpugnables son las de la mente, y donde a la vez a cada instante se produce el milagro de que las cosas funcionen. ¡Hay tantas cosas que ver y hacer en Jerusalén! Una de ellas, la más importante y la clave que resume nuestro peregrinaje, la pudimos confirmar desde la consciencia plena de nuestra pasión por Cristo, y es que la paz del mundo, el futuro de la humanidad se está dilucidando justo allí en estos momentos.



No va a ser lo que ocurra en el medio ambiente, los terremotos o cosas incluso inimaginables que puedan manifestarse, ni siquiera el fin de los tiempos relacionados con el 2012, la economía o las guerras, con ser tremendo todo esto, sino con construir o no hacerlo de una vez por todas la paz en el alma de Jerusalén.



Jerusalén, ha sido destruida en veinte ocasiones y reconstruida otras tantas. ¿Alguna vez nos hemos detenido a pensar en el porqué de todo esto? La razón es que el substrato de lo que se encuentra allí es una semilla cósmica, y las semillas cósmicas o florecen o explotan. No hay término medio, no vale con rezar o con suplicar que de fuera vengan a solucionárnoslo. Depende de judíos, árabes y cristianos, pero también y mucho de la paz que cada uno alcance en sí. Nunca ha sido tan necesaria la paz dentro de nosotros. Es el latido de una pluma el que va a inclinar la balanza. El mensaje es que la paz interior es el instrumento para llegar al amor, que edifique por fin sobre las más sólidas columnas.



Decir también que hemos visitado La Vía Dolorosa, El Santo Sepulcro, El Huerto de Getsemaní, La Iglesia de la Dormición… Enumerar los lugares recorridos tanto relacionados con el cristianismo, como con el judaísmo o el mundo árabe y sólo en la ciudad de Jerusalén, conduciría inevitablemente a la elaboración de un libro. Sin embargo, han sido diez días intensos no sólo allí, sino en otros lugares de Israel, todos repletos de experiencias y de regalos. Voy a comentar algunos de los más significativos.



El de mayor calado para mí ha sido el concerniente al Mar de Galilea. En una barca, similar a la que patronaba Pedro, el Pescador, y que es de las que se utilizan tanto por los peregrinos como por los turistas de Tierra Santa, pude sentir la presencia de Cristo. Eran las trece horas. Pedí al patrón que detuviese el barco en mitad del lago, una suave brisa se enseñoreaba en ese momento, reconfortándonos del implacable sol de Tiberiades. En un instante determinado, el grupo comenzó a meditar. Los marineros guardaron silencio. Sucedió entonces que casi todos sentimos algo, ya en nuestra imaginación, ya en la pura piel, ya en el corazón. Jesús remaba en compañía de Maria de Magdala. Caía la tarde, comentaban algo entre sí con risas, suavidad, fragancia y aromas. La sensación que nos llegaba era de torrente de agua que nos regase por dentro, recordándoos que en la memoria del agua todo permanece. El regalo del pescador de hombres, se hizo entonces onda en la canción de nuestras almas. Llovía Cristo dentro de cada cual. En un instante determinado, el patrón tomó su armónica y comenzó a interpretar la canción del Pescador de hombres. El clímax: un escalofrío dulce nos sacudió como viento a la hoja.



Otro de los instantes, apenas un fugaz resplandor, tuvo lugar en Masada, donde aún flota en neblina la esencia de los profetas. Allí sentí añoranza y el verso de la letra recordada. Dios se encuentra en los lugares más altos y más bajos de la Tierra. Nunca se ha marchado. Allí lo sentí como nunca antes lo había sentido.



Otro instante tuvo lugar en el Dominus Flevit, donde el Señor lloró contemplando la ciudad; el lugar está ahora ocupado por una pequeña iglesia. Un sacerdote francés oficiaba misa. Permanecí sentado a la entrada, recostado contra la puerta de acceso. El cura estaba exultante, como en trance, disfrutando de la misa, que se alargaba más y más impidiéndonos la entrada al recinto. Sin embargo, aquello resultó necesario. Allí pude ver al Cristo gigante, un ser de más allá de este mundo, de muchos mundos simultáneos, sentir en compasión infinita desde su inmenso poder, la destrucción de la ciudad que le condenaba a muerte. Describir a Jesús como un torrente de amor capaz de anegar al mundo, no es suficiente. El Jesús que vi era muchas capas de luz de fuerza descomunal, controladas desde el propósito y desde el amor infinito de un ser que ve y siente como hombre por el dolor inmenso de la humanidad.



Pero no es sólo por el hombre por quien lloró Jesús; lloró por quienes han puesto al hombre lejos del hogar del padre y aun persisten en el empeño, imbuidos en los miedos que produce lanzarse desde el vacío de la mente al colchón del corazón.



Otro lugar que visitamos fue la Iglesia de Maria Magdalena, mandada construir por el Zar Alejandro III en 1883, canción de música bella que se enseñorea sobre la ciudad. Probablemente María Magdalena jamás pisara los lugares sobre los que se asienta la iglesia, sin embargo las monjas blancas rusas han imbuido de un espíritu delicioso el aire de los jardines que la circundan. Allí fui consciente de que María Magdalena es tan fuerte como Jesús y de su misma condición regia.



Tras ello, Qumran, en un instante de comunión con los esenios, monasterio en el que sentimos la presencia del adolescente Jesús y de los misterios en los que resultó iniciado. Luego Nazareth, el Mar Muerto, el desierto de Judea, el Monte Carmelo…y otra vez Jerusalén, visitando lugares donde la Virgen está a la vez dormida, muerta y ascendida, según sea quien la custodie. Hay incluso un lugar donde los griegos ortodoxos afirman que nació María y poco más arriba los franceses dicen lo mismo.



Sólo unas líneas de despedida para quienes hayáis tenido la paciencia de llegar hasta aquí. Me cuesta escribir, modular con palabras un sentimiento que me está resultando tan especial. Amar a Cristo es fácil, entenderlo quizá ya no lo sea tanto, pero vivir, siquiera un segundo, la luz que aún permanece de sus brillos, es una experiencia que hay que sentir para enseñorearse de su trascendencia.






DE SANTA TERESA Y DE SAN JUAN DE LA CRUZ, día 5 de enero de 2009

DE SANTA TERESA Y DE SAN JUAN DE LA CRUZ, día 5 de enero de 2009

Quiero compartir con vosotros el redescubrimiento de Santa Teresa y de San Juan, al que nos han llevado a Sagrario y a mí nuestras vacaciones de fin de año. El veintiocho de diciembre del año recién concluido, Sagrario y yo decidimos celebrar la llegada del nuevo año en un balneario. Elegimos el que más se ajustaba a nuestro presupuesto, coincidente además con ser uno de los pocos en disponer de plazas libres: Palacio de las Salinas, en Medina de Campo (Valladolid) http://www.palaciodelassalinas.es/

Un acierto la elección. El lugar pasar por ser de los que tiene mejores aguas mineromedicinales de Europa. Por otra parte la factura del edificio, el emplazamiento y el cuidado de las instalaciones, lo convierten en lo que es: un auténtico balneario para el cuerpo y un ajuste para el alma.

¿De qué manera nos lleva esto a Santa Teresa y a San Juan de la Cruz? Justo el último día de nuestra estancia, decidimos visitar el convento de los carmelitas descalzos de San Juan de la Cruz, situado en el centro de Medina del Campo, a cuatro quilómetros del balneario. Un solo fraile en todo el convento y prisas por salir:

- Padre, nos hemos casado con versos de San Juan de la Cruz y nos gustaría visitar la iglesia – le decimos.

- Bueno, pasen; pero va a ser una visita relámpago, pues me esperan desde hace rato – nos responde.

Un claustro precioso; un retablo didáctico y repleto de reliquias. En la sacristía nos muestra el dedo meñique de San Juan, ennegrecido y un tanto tétrico, esa es la verdad; pero ya hay un algo que comienza a cautivarnos: el propio fraile que nos lo muestra. Nos dice que para entender a Cristo hay que imitarle. De otra manera no es posible, menos aún desde el intelecto. Nos habla de San Juan y se le percibe “enamorado” del pequeño frailecillo. “Un desconocido. Si se supiese realmente quien ha sido San Juan de la Cruz, el mundo quedaría maravillado”- comenta.

Juan Jesús, que así se llama nuestro anfitrión, se va animando mientras desgrana una tras otra perlas de San Juan (en este caso me permito tomar literalmente de Wikipedia para no cometer errores en la transcripción)

Noche oscura llama también san Juan a las «terribles pruebas que Dios envía al hombre para purificarlo»; ateniéndose a este último significado, habla de una noche del sentido y de una noche del espíritu, situadas, respectivamente, al fin de la vía purgativa y de la vía iluminativa, tras las cuales vendría la vía unitiva, aspiración última del alma atormentada por la distancia que la separa de Dios, y realización de su deseo de fusión total con Él. La existencia de estas tres vías se corresponde con las tres potencias clásicas del alma: memoria, entendimiento y voluntad, que en este mismo orden son reducidas a un estado de perfecto silencio. El silencio de la memoria es llamado en la mística esperanza. El silencio del entendimiento se llama fe y el silencio de la voluntad caridad o amor. Estos tres silencios representan a la par un vaciamiento interior y una renuncia de uno mismo que alcanza su máximo grado a través de la virtud de la caridad. De ahí sobrevienen la enorme angustia y la sensación de muerte característica de los místicos, pues unirse a Dios es un perderse previo a sí mismo... para después ganarse.

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_la_Cruz

- Ya no puedo estar más con vosotros, sin embargo como me pilla de paso, venir conmigo que os voy a enseñar otra cosa – sugiere mientras nos invita a abandonar el convento.

Salimos y ya en la calle nos sorprende que mucha gente se detenga a saludarle. Le besan. Le abrazan: hola, Juan Jesús, le dicen. Recorremos unos trescientos metros y son como una docena de veces las que se ha debido de detener, correspondiendo al cariño de quienes hacia él se dirigen.

En una de las calles que salen de la Plaza de la Hispanidad se halla la sorpresa. Una pequeña capilla, milagrosamente intacta, en la que San Juan de la Cruz ofició su primera misa. Unos instantes de contemplación, de empaparnos fugazmente del aroma de los cuadros y está vez sí que se despide de nosotros:

- No dejéis de visitar el convento de las hermanas carmelitas – nos recomienda antes de decirnos adiós.

Unos quinientos metros separan uno de otro lugar. De nuevo una sola monja, sorprendida también por nuestra petición de visitar el museo, ya cerrado, y el refectorio donde Teresa y Juan conversaban sobre Dios.

Es el refectorio el lugar al que queremos ir, pero antes cumplimos la visita al museo. De nuevo lo mágico y en parte lo tétrico, carne de Santa Teresa en un relicario, su sudario, bordados y alguno de sus escritos.

Uno de ellos nos llama poderosamente la atención.

REVELACIÓN QUE TUVO NUESTRA SANTA MADRE TERESA DE JESÚS, ACERCA DE SU MUERTE

(cifra o revelación de la muerte de la Santa)

A diecisiete de noviembre, octava de San Martín, año de mil y quinientos y sesenta y nueve, vi, para lo que yo sé, haber pasado doce años, para treinta y tres que es lo que vivió el señor, faltan veintiuno.

Es en Toledo, en el Monasterio del Glorioso San José del Carmen.

Yo por ti y tú por mí. Vida

Doce por mí y no por mi voluntad se han vivido

TERESA DE JESÚS

Es en el refectorio donde sentimos realmente el instante precioso de encontrarnos casi físicamente con Teresa. Sagrario percibe como una brisa y yo creo ver tras las rejas el delicado rostro de la madre. Es más tierna y femenina de lo que imaginaba. Una meditación y el regalo de su abrazo.

Me da entonces por asociar ese momento y el sueño de la noche pasada, del que conservo algunas pinceladas.

Un maestro, mi primer maestro de escuela, don Antonio, me muestra un escrito. Este dice más o menos así:

Una vez que la senda se ha trazado

Una vez recorrido el camino

Sólo queda volver a las huellas

Que los pasos dejan al andar

Aquí concluyo. Como última cosa decir que el día anterior Sagrario y yo nos enteramos de que la única propiedad que tuvo en vida Santa Teresa fue un palomar, que aún pervive. Ella llamaba al convento “el palomar” y a las monjas “sus palomas”. Si queréis saber más:

http://www.gotarrendura.es/HISTORIA.htm

Feliz año a todos

Paco y Sagrario

CAMINO DE SANTIAGO, TERCERA ETAPA, 11 de marzo de 2008

CAMINO DE SANTIAGO, TERCERA ETAPA, 11 de marzo de 2008

Hoy he recorrido, junto con mis dos compañeros de ruta, la tercera etapa del Camino de Santiago desde Madrid: Cercedilla-Segovia.

En total han sido unos cuarenta y dos km., si bien la distancia en plano es de treinta y dos. La razón, un pequeño despiste de unos diez Km., una densa niebla y una interpretación errónea de las señales.

La parte más dura ha sido la correspondiente a la subida a la Fuenfría, un desnivel de unos quinientos metros en poco más de una hora, transitando por la antigua calzada romana.

Como curiosidad, he perdido las gafas en la subida. El esfuerzo me las empañaba; comencé a ponerme nervioso por el ritmo del compañero más aventajado y por los miedos que a dios gracias voy dejando en el camino. El caso, es que he perdido las gafas.

Le pregunté al apóstol, oye ¿para subir hace falta ver? Bueno quizás no me respondió de la manera en la que esperaba, pero lo que sí hizo fue responderme.

Mis dos compañeros, además de excelentes personas y gente de corazón, están muy preparados en todos los aspectos. Yo no me oriento bien. Sin embargo, hoy, en dos ocasiones, las dos veces que nos perdimos intuí, y así se lo dije a ambos, que no eran esos los caminos.

La marcha ya sin interrupciones desde Segovia a Santiago la hemos retrasado al 29 de marzo. Cada vez que pueda iré colgando crónicas y fotos en mi blog, donde por cierto pueden leerse las dos anteriores.

http://limonche.blogia.com/

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CRÓNICA DE ANTONIO JOSÉ ELIZONDO

Amigos:

La séptima sesión de puesta a punto del martes día 3 comenzó otra vez con la pérdida de uno de los participantes, de modo que en vez del cuarteto previsto, hicimos la caminata sólo el trío compuesto por Julio Mira, Paco Limonche y yo.

El peregrino perdido fue otra vez Juan Antonio Sánchez Moreno, que se acostó el día anterior con un gripazo y no se pudo recuperar en la noche.

Tomamos en el intercambiador de Moncloa un autobús que salió a las 7:15 con dirección a Cercedilla.

En Cercedilla nos bajamos en la parada de la estación de ferrocarril, y entramos a su cantina para tomar Paco y yo un segundo desayuno, sellar las credenciales y aliviar nuestras vejigas.

Una vez bien preparaditos nos enganchamos a la primera flecha amarilla que vimos próxima a la estación y comenzamos a andar a las 8:27 (Es curioso el hecho de que en las dos etapas anteriores pudimos comenzar a andar prácticamente a la misma hora, las 8:28).

A las 8:56 llegábamos a la zona de Las Dehesas y nos encontramos el primer mojón del Camino de Santiago, que nos indicaba una distancia al final de 605 kilómetros.

Después de subir por los restos de la calzada romana de la vía XXIV del itinerario de Antonino que unía Titulcia con Septimanca (Simancas) pudimos coronar el puerto de la Fuenfría a las 10:04. el mojón correspondiente indicaba que ya sólo nos faltaban 599 kilómetros para nuestro destino. Habíamos tardado 1h 8min en recorrer 6 kilómetros, por lo que la velocidad media en la subida fue de 5,29 kilómetros por hora.

Paco tuvo la desgracia de perder las gafas en este tramo, pues se le empañaban con el sudor y al quitárselas no debió guardarlas bien. Yo sudé también lo mío y con el viento frío que nos encontramos en la otra vertiente he cogido un trancazo que todavía estoy sufriéndolo.

A continuación nos adentramos en el monte de Valsaín, donde vimos un poco de nieve y a las 10:37 alcanzábamos las ruinas de la casa de Eraso.

Llegamos a la Fuente de la Reina a las 10:53, donde hay un mojón que marca 596 kilómetros hasta Santiago, con lo que la velocidad media desde el puerto fue de 3,67 kilómetros por hora. (Este dato está falseado por el tiempo que perdimos haciendo fotos en el puerto y en los puntos por los que pasamos).

El mojón con la marca de 591 kilómetros a Santiago lo alcanzamos alas 11:57, siendo la velocidad media en este tramo de 4,69 kilómetros por hora.

Viendo la buena marcha que llevábamos comenzamos a hacer planes para comer en algún restaurante de Segovia y guardar los bocadillos para la cena en casa.

Pues bien, a partir de aquí debimos equivocarnos en alguna bifurcación pues perdimos las flechas amarillas y, como había mucha niebla no disponíamos de la referencia visual de Segovia.

A eso de las 13:00 reconocimos el error y desanduvimos parte del camino hasta que encontramos a una agente forestal en su vehículo que, a pesar de que desconocía por donde discurría el Camino de Santiago nos indicó donde creía haber visto un panel explicativo del mismo. Efectivamente lo encontramos y alcanzamos el mojón con la indicación de 589 kilómetros hasta Santiago a las 13:53. Habíamos tardado 1h 56min en progresar sólo 2 kilómetros, lo que equivale a una velocidad media efectiva de 1,03 kilómetros por hora.

Dijimos adiós a nuestros planes de una comida con mesa y mantel y nos dispusimos a encontrar un lugar oportuno para comernos los "bocatas".

Por fín arribamos al Caserío de Santillana a las 14:24, donde hay un mojón que marca 587 kilómetros hasta Santiago (Velocidad media en este tramo 3,87 kilómetros por hora), y en unas rocas próximas nos sentamos para comer resistiendo el viento frío. En este caserío están los restos de la antígua casa de esquileo de Iturbieta y se atendía un rebaño de 40.000 ovejas, dando de comer a 300 familias.

Después seguimos la cuerda de Santillana hasta Segovia, cruzando un puente sobre las vías del AVE, pasando próximos a la estación del AVE y llegando a la estación municipal de autobuses de Segovia a las 16:45.

Mi podómetro marcaba 41,31 kilómetros y, teniendo en cuenta que habíamos parado 20 minutos para comer, la velocidad media alcanzada había sido de 5,18 kilómetros por hora.

Tomamos unos cafés mientras esperábamos al autobús de "La Sepulvedana" que salió a las 17:00 y dejó a Paco en Moncloa a las 18:00 y a Julio y a mí en Príncipe Pío pocos minutos después.

Durante la marcha acordamos tener una octava sesión de entrenamiento el próximo lunes 17 de marzo, festividad de San Patricio. Recorreremos la etapa "0" del Camino de Madrid a Santiago, es decir, el recorrido urbano que va desde la Catedral de la Almudena y la Iglesia de Santiago hasta la Plaza de Castilla. Para rematar la faena ese día nos iremos a comer un cocido a "Malacatín" en la calle de la Ruda. En función de la hora a la que lleguemos a la Plaza de Castilla volveremos a pie parte del camino y tomaremos el metro para asegurarnos la llegada a "Malacatín" a las 14:30.

Como en otras ocasiones os recuerdo la conveniencia de comunicarme lo antes posible si tenéis intención de acudir, para así saber a quienes tenemos que esperar y para cuantos tengo que reservar mesa.

Un abrazo,

Antonio
Ultreia et Suseia
DHHG

CAMINO DE SANTIAGO, SEGUNDA ETAPA, 3 de marzo de 2008

CAMINO DE SANTIAGO, SEGUNDA ETAPA, 3 de marzo de 2008

ESCRITO DE JOSÉ ANTONIO ELIZONDO SEDANO

Amigos:

La sexta sesión de puesta a punto del lunes día 3 comenzó con la pérdida de uno de los participantes, de modo que en vez del cuarteto previsto, hicimos la caminata sólo el trío compuesto por Julio Mira, Paco Limonche y yo.

El peregrino perdido fue Juan Antonio Sánchez Moreno, que tomó un tren equivocado en la estación de Príncipe Pío y se fue a Cercedilla, el final de nuestra etapa, y no a Colmenar viejo, que era el comienzo previsto.

El tren en el que viajabamos el trío llegó a Colmenar Viejo con un poco de retraso a las 8:20, de modo que comenzamos a andar a las 8:28, después de que Paco se tomara un desayuno en el bar de la estación. Para la próxima caminata os recuerdo la conveniencia de salir bien desayunados de casa.

Desde la estación de Colmenar Viejo nos dirigimos a su parroquia para encontrarnos con las señales del Camino de Santiago y abandonar el pueblo por el Camino Bajo de Cerceda. A las 9:15 alcanzabamos el mojón que nos indicaban que nos faltaban sólo 639 kilómetros para llegar a Santiago.

A las 10:06 cruzabamos un puente medieval junto a las ruinas de un batán.

Pasadas las 11:30 llegabamos a las proximidades de Manzanares el Real.

A las 12:06 pasabamos por el desvío a La Pedriza, y ya nos faltaban sólo 624 kilómetros para nuestro destino final.

Un poquito antes de llegar a Mataelpino pasamos por la ermita de San Pedro, donde nos refrescamos en su fuente, pues hacía una mañana primaveral, con un sol de justicia.

A las 13:11 llegabamos a Mataelpino y continuamos hacia Becerril de la Sierra.

A las 13:31 encontramos un árbol precioso, y Paco no pudo reprimirse y lo abrazó fraternalmente.

A las 14:04 alcanzamos el mojón que nos decía que ya sólo nos faltaban 615 kilómetros.

A las 14:42 llegamos a Navacerrada, donde decidimos comer, pues ya veíamos que era imposible llegar a Cercedilla a una hora en que pudieramos encontrar un restaurante abierto.

Mi podómetro marcaba 32,75 kilómetros.

Al llegar a Navacerrada Julio nos llevó sin pérdida al restaurante Espinosa que tanto él como Paco ya conocían y que estaba justo en el camino marcado.

En este restaurante, situado en el número 2 de la calle Sacramento (Cerca del ayuntamiento), por si a alguno le pudiera interesar visitarlo, recuperamos fuerzas. Paco tomó de primero una sanísima crema de verduras, mientras que Julio y yo nos intoxicamos tomando cada uno dos platos llenos hasta el borde de callos con garbanzos, pues en el restaurante cometieron la imprudencia de dejar en nuestra mesa un recipiente lleno de dicha mezcla explosiva. Hubo un camarero que fue reprendido severamente por Julio, pues pretendió llevarse el recipiente antes de haberse servido la segunda ración.

De segundo Julio tomó croquetas y Paco y yo dorada a la espalda acompañadita de pimientos rojos. Estaba muy bien guisada y sabrosa.

De postre tomamos unas raciones de natillas para Julio y Paco, y una de tarta de chocolate para mí.

La faena fue acompañada con vino tinto y casera, y la rematamos con unos cafés para Julio y para mí, y un té para Paco.

A las 15:55 abandonamos el restaurante previo pago de 10 euros por barba, incluyendo propina y seguimos las flechas amarillas hasta Cercedilla.

Llegamos a la estación de autobuses de Cercedilla a las 17:10, y mi podómetro marcaba 39,66 km. Julio dice que el podómetro contó de más en este último trayecto porque dí pasos más cortos al ser un camino de bajada. También es posible que fuera debido al rebote interior que iba sintiendo por la carga de garbanzos.

Dió la casualidad de que estaba saliendo un autobús hacia Madrid, de modo que me adelanté e hice señas al conductor para que parara y nos recogiera. Así lo hizo y llegamos a la parada que hay en el exterior de la estación de metro de Moncloa, donde estudiamos los puntos de salida de autobuses para la salida de la próxima sesión, visitamos a mi hija Almudena en su cubículo de Bibliometro y tomamos el metro para nuestras casas respectivas.

La velocidad media conseguida en el tramo Colmenar Viejo - Navacerrada fue de 5,25 km/h. , en el tramo Navacerrada-Cercedilla fue de 5,53 km/h. y en el total de la etapa fue de 5,30 km/h.

Si hacemos caso a lo indicado por los mojones, entre los mojones 639 y 624 alcanzamos una velocidad media de 5,26 km/h. , entre los mojones 615 y 624 la media fue de 4,57 km/h, y entre el primer y el último mojón fue de 4,98 km/h. Podeis comprobar las horas de paso por los mojones viendo las propiedades de las fotos que os envié ayer. En la solapa resúmen aparece la fecha, hora y minuto en que fue tomada cada foto.

Acordamos llevar a cabo la séptima sesión el próximo martes, día 11 de marzo, festividad de San Ramiro.

El plan para dicho día consiste en recorrer la tercera etapa del Camino de Madrid, es decir, la etapa Cercedilla-Segovia. Según la información que tenemos, no existe ningún restaurante hasta el final de la etapa de modo que, ante la posibilidad de no llegar a Segovia a una hora en que estén abiertos los restaurantes, resulta necesario ir provistos de bocadillos y de agua suficiente para la caminata, pues no es seguro tampoco que encontremos fuentes. Si los hados nos favorecieran y llegaramos a buena hora a Segovia podemos guardar los bocadillos para cenar en casa.

La hora de cita para la salida son las 7:00, y el punto de cita es la puerta de la dársena 22 de la isla 2 (amarilla) del nuevo Intercambiador de Moncloa. Si vais en metro el acceso a la isla 2 está justo enfrente y a la derecha de las exclusas de salida (Hay un punto de información a la entrada misma del pasillo de acceso a las islas ¿archipiélago? y se ve desde las esclusas de salida). La compañía es autobuses "Larrea" y la línea es Madrid-Cercedilla (¡Juan Antonio, no tomes otra vez un atajo subiéndote a un autobús que vaya a Segovia!)

La vuelta la haremos en autobuses de la compañía "La Sepulvedana", que finalizan en la Estación Sur de Autobuses en Méndez Álvaro.

Como en otras ocasiones os recuerdo la conveniencia de comunicarme antes de que acabe el domingo, si teneis intención de acudir, para así saber a quienes tenemos que esperar.

Un abrazo,

Antonio
Ultreia et Suseia
DHHG

Sólo me cabe añadir algo que la discreción de Antonio ha omitido: me desvanecí en el restaurante. Creo que fue un corte de digestión, dado que mezclé varias bebidas muy frías y las natillas también lo estaban. Es la primera vez en mi vida que pierdo el control, pues aún en las circunstancias más delicadas, hasta entonces nunca me he desmadejado de tal manera. Me atendieron Antonio y Julio, la dueña del restaurante y un cliente, no sé si médico, farmacéutico o sanitario, que verificó mi pulso, puso mis pies en alto y fue el ángel que me recuperó. Gracias a todos. Un abrazo desde el corazón.

CAMINO DE SANTIAGO, PRIMERA ETAPA, 18 de febrero de 2008

CAMINO DE SANTIAGO, PRIMERA ETAPA, 18 de febrero de 2008

Queridos todos:

El 18 de este mes de febrero, comienzo de año maya en el calendario tzolkin, comencé junto con dos amigos el Camino de Santiago desde Madrid.

Hora de comienzo 8,40. Lugar, Torres Kio, Plaza de Castilla de Madrid. La salida había tenido lugar en realidad unos días antes desde el corazón, al ir por mi acreditación y las de mis dos compañeros a la Iglesia de Santiago Apóstol (dos de las personas que aparecen en la foto son compañeros de las tres primeras etapas).

Ya en la Iglesia de Santiago Apóstol un mendigo me ofreció el primer regalo del camino: dos zapatillas nuevas de mujer.

Mencionada en el Fuero de 1202, Santiago Apóstol fue una de las parroquias más antiguas de la ciudad. Situada en la plaza de Santiago, sobre el solar de la actual, se trataba de un edificio pequeño y poco capaz, en donde lo único destacable era una pequeña portada flanqueada por dos columnas dóricas y rematada con una escultura del santo sobre un caballo en actitud de pelear.


En cuanto a su feligresía, durante el Antiguo Régimen fue una de las más antiguas de la ciudad, extendiéndose por los alrededores de la plaza de Santiago. En 1805, se fusionó con la vecina parroquia de San Juan.


Durante el reinado de José Bonaparte, fue derribada para ampliar el entorno del Palacio Real. No obstante, pocos años después se decidió reedificar de nueva planta encargándose del proyecto el arquitecto Juan Antonio Cuervo, quien la construyó entre 1811 y 1814.

Llegamos a Colmenar alrededor de las 15 horas, tras atravesar ocho meandros de riachuelos que florean el camino e ir bordeando las tapias del Pardo

Me gustaría haber escrito con calma este correo y tenía idea de haberlo hecho días antes del 25 de marzo, pero siento que debo de hacerlo ya.

Adjunto el recorrido previsto. La segunda etapa está prevista para el lunes de la próxima semana. Tras esta habrá una tercera y luego, una vez pase la Semana Santa, ya sin pausas, 19 días seguidos.

Ocurren cada vez más cosas de la luz que llega y al tiempo de la oscuridad que se resiste. Así lo vivo yo mismo dentro de mí. Tal vez este camino no lo podáis recorrer físicamente junto a mí, pero si vuestra luz y cariño me acompaña, al llegar a Santiago enviaré el abrazo del Apóstol a quien así me lo pida expresamente.

Un abrazo

Paco


San Virila y el tiempo acelerado

San Virila y el tiempo acelerado

SAN VIRILA Y EL TIEMPO ACELERADO

Martes, 06 de marzo de 2007


BREVE CUADERNO DE NOTAS DE MI ESTANCIA EN EL MONASTERIO DE LEYRE


http://www.geocities.com/flechaamarilla2001/leyenda10virila.htm

Leyenda de San Virila

El relato trascurre a finales del siglo IX, un poco más tarde que el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago, pero está reflejado literariamente en los medios cistercienses del siglo XII. Sucede en el monasterio de San Salvador de Leyre (Navarra). Era entonces un monasterio floreciente de gran observancia, que llamó la atención de San Eulogio en su viaje por los Pirineos, reconociendo que allí conoció a "... excelentes varones, temerosos de Dios”. Esto que sucedía hacia el año 850 indica la antigüedad del monasterio, atestiguado por los restos de una iglesia mozárabe conservada en el subsuelo de la actual iglesia románica.

El abad Virila nació en Tiermas en el 870 y murió en Leyre en el 950.
Mantenía el bueno del abad tremendas dudas sobre cómo sería el gozo de la eternidad. Es así que un día de plenitud primaveral se interna en el bosque cercano con estas meditaciones que leía en un libro.
En la espesura del bosque aparece un ruiseñor, que con sus trinos distrae su atención de la lectura, apartándolo hasta una fuente. Allí queda prendado del canto del pájaro, hasta que se adormece.
Cuando se despierta la naturaleza había cobrado nueva vida y no encuentra el camino de vuelta, hasta que al fin lo reconoce y al monasterio al fondo, que ahora es más grande, con iglesia mayor y nuevas dependencias que no comprende. Al llegar a la portería e identificarse, nadie le reconoce. Buscando en el archivo del cenobio encuentran un abad Virila " perdido en el bosque ", pero hace trescientos años.
Es entonces el monasterio una revolución por el milagro acaecido, y en pleno Te Deum de acción de gracias se abre la bóveda de la iglesia y se oye la voz de Dios " Virila, tu has estado trescientos años oyendo el canto de un ruiseñor y te ha parecido un instante. Los goces de la eternidad son mucho más perfectos”. Un ruiseñor entra entonces por la puerta de la iglesia con un anillo abacial en el pico, y lo coloca en el dedo del abad, que lo fue hasta que Dios lo llamó a comprobar la gloria eterna.
En los alrededores del Monasterio se encuentra la Fuente de San Virila.


Lunes, 26 de febrero de 2007, 18 horas

Me encuentro alojado en la celda número ocho. El viento mueve las copas de los árboles y silba. Hace unos minutos he contemplado un precioso arco iris. Me encuentro tranquilo. El viento continúa silbando, en gemido bronco y amenazador. Es apariencia. Podría hacer desaparecer el monasterio en un instante. Sin embargo, es el miedo, mi miedo, el que puede fortalecerle.

Suena una campana. El tang tang es rítmico. Llama; es como una voz humana. Probablemente sea la llamada a vísperas.

El sol acaba de ponerse justo frente a mi ventana, la única ventana de la celda. Una pincelada rojo anaranjada se desvanece por entre las nubes y deja atrás su estela dorada.

He explicado al Padre Oscar que el número ocho es el número del infinito.

Me encuentro tranquilo. He venido a Leyre sin expectativas. Tengo el móvil junto a mí. No he recibido ninguna llamada en toda la tarde. Hay un silencio envolvente que me agrada.

…

He ido a la iglesia. Los monjes cantan gregoriano a todas horas. Hay como una veintena. Cuidan de su alma, pero no descuidan el cuerpo. Su alimentación parece sana; sin concesiones a la gula.

Hace un rato acaba de incorporarse al retiro un chico de unos treinta años. El Padre Oscar le ha asignado la celda número tres.

…

Acabamos de cenar y hace justo también unos instantes que acabo de hablar con Sagrario. Estoy a la espera de la campanada que anuncie la llamada a Completas. Sagrario me dice que se está pensando venir el sábado.

De tanto en tanto se oye el gemido de un fraile enfermo. Tiene ochenta y seis años y se encuentra justo en la celda que hay debajo de la mía.



Martes, 27 de febrero de 2007, 15h 20 min.

He recibido un SMS de Sixto en el que dice “Ya ya llegado. Se llama Sara y está bien, como su madre”. He creído que Sixto ha sido abuelo. Le he respondido con otro SMS preguntándoselo. Me dice que no; que ha sido padre. Le llamo. Me confirma que él es el padre y que la madre es Patricia.

Comunico esta noticia a Sagrario. Reacciona con incredulidad.

Aún no digiero bien mis miedos. Los combato comiendo. He comido panchitos, un vaso de leche de soja y un puñado de cereales, justo antes de la cena, que ha consistido en espaguetis, tortilla española y mandarinas.

Eructo, a consecuencia de mis desajustes estomacales.

El doctor Carvajal dice que el reflujo estomacal es reflejo de aquello que la conciencia no puede digerir.

Esta mañana he dado un paseo con Arturo, el chico de la celda número tres. Hemos ido a visitar la fuente de San Virila. No la hemos encontrado. Sin embargo, el camino es precioso. Arbustos de boj, encinas centenarias, robles, rocas, cuevas, humedales.

He hablado con un fraile, que debe de tener unos setenta y cinco o setenta y seis años. Dice que estuvo en el Valle de los Caídos. Me comenta que Franco pretendió del monumento del Valle de los Caídos el símbolo de la reconciliación entre los españoles. Me parece que ninguno de los dos nos hemos oído o escuchado.

Una nueva puesta de sol. En esta ocasión una nube gris azulada le sirve de marco.

…

Acabo de mantener una prolongada conversación con el Padre Oscar. Arturo es testigo.

Tengo muy revuelto el estómago. El vino, las peras y el dulce de los frailes antes de la sopa, me han sentado fatal.

Aquietar la mente; aquietar el estómago. ¿De dónde me vienen las ganas de comer cosas que me sientan fatal? ¿De un deseo prácticamente irrefrenable de comerme mis miedos?


Miércoles 28 de febrero, 18 h 50 min.


Suena la campana que llama a Vísperas.

Hoy hemos ido Arturo y yo de nuevo a la fuente de San Virila. En esta ocasión sí que hemos dado con ella. He bebido de su agua fresca. Tres sorbos, uno por cada uno de mis hijos.

Declina el sol.

Me siento inquieto. Los salmos que cantan los monjes son cantos de guerra. Leyre está suponiendo para mí el descubrimiento de que la paz se encuentra en el corazón y no en los monasterios, con independencia del ruido y las prisas.

Se escuchan de tanto en tanto los lastimeros gritos del monje enfermo.

¿Cómo puede un hombre de paz no ser consciente de que canta oraciones ensalzando la guerra? Me entristece comprobar que durante siglos se hayan fortalecido mandatos tales como “vencer al enemigo”, “aplastar al que no es grato al Señor”

Esta tarde los monjes se han retirado a conferenciar. Barrunto que pueda tener algo que ver con la conversación que mantuvimos el Padre Oscar y yo, y que a mí me tuvo en vela prácticamente toda la noche.

Arturo me pregunta que por qué dejé de comulgar. He preferido no responderle. Aún siento el dolor. Amo a Dios y busco su amor y el brazo envolvente de su luz, pero prefiero no comulgar en estos momentos.

Hace años me hubiese gustado hacerlo. Ahora no siento lo mismo.

Bendito seas Dios mío; bendito en mis miedos, en mis experiencias, en mi dolor. ¡Ilumíname con tu linterna de amor¡

¿Qué espero?: luz en mi corazón, paz en mí alma, aquietamiento en la mente.

El símbolo de la cruz no debe de representar ya por más tiempo el dolor, sino la tierra y el cielo, oriente y occidente, el sol y el ocaso; arriba y abajo. La cruz es multidimensional, abarca con su abrazo al universo entero.

…

Dulce noche
Que llegas envuelta
En sonidos de silencio


Jueves 1 de marzo de 2007, 10 h

Bendito seas dulce Dios de jilgueros cantores.

EXTRACTOS DE SALMOS QUE ME HAN SORPRENDIDO


Salmo 54

…
Que los sorprenda la muerte
Que bajen vivos al abismo
Pues la maldad anida en ellos


Salmo 118

…
Soy pequeño y despreciable
Pero no olvido tus decretos

Salmo 21

…
Pero yo soy un gusano, no un hombre
Vergüenza de la gente, desprecio del pueblo

Salmo 51

…

Contra la violencia de los calumniadores
…
Pues Dios los destruirá para siempre
Te abatirá y te barrerá de tu tienda
Arrancará tus raíces del suelo vital

Salmo 53

…
Devuelve tú su maldad a mis contrarios
Y destrúyelos, por tu lealtad


Salmo 90

…

Caminarás sobre áspides y víboras
Pisotearás leones y dragones


Salmo 75

…

Con un bramido, oh Dios de Jacob, inmovilizaste carros y caballos


Salmo 5

…

Detestas a los malhechores
Destruyes a los mentirosos, al hombre
Sanguinario y traicionero
Le aborrece el señor

Salmo 175

…

El hirió a reyes famosos
Porque es eterna su misericordia
Dio muerte a reyes famosos
Porque es eterna su misericordia


Salmo 124

…

Y a los que se desvían por sendas tortuosas
Que los rechace el señor con los malhechores
¡Paz a Israel¡

Salmo 143

…

Con tu auxilio embestiremos al enemigo
En tu nombre pisotearemos al agresor
…
Tú nos das la victoria sobre el enemigo
Y derrotas a nuestros adversarios


Salmo 143

…

Señor ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
…
Señor, inclina tu cielo y desciende
Toca los montes y echarán humo
Fulmine el rayo y dispérsalos
Dispara tus saetas y desbarátalos


Salmo 85


…

No tienes igual entre los dioses
Señor, no hay obras como las tuyas


Me turba. Los monjes cantan los ciento cincuenta salmos del Rey David desde hace siglos, los trescientos sesenta y cinco días del año, repitiendo los ciento cincuenta todas las semanas ¿Qué fuerza pueda alimentar estos cantos, si se entienden de manera literal?

Se refieren a Dios como el Señor de los Ejércitos, por encima de los demás dioses; que funde piedras con su rayo. Si se entiende como la lucha contra la oscuridad de cada cual, es cuando menos muy duro y de susto. Si se entiende referido a aquellos que profesan otra doctrina o tienen otro Dios ¡santísimo Dios¡

…

Me he acercado a la fuente de San Virila. Arturo está lesionado y no me acompaña.

Hay kilómetro y medio desde el cruce que sale de los aparcamientos a la fuente.

El corazón parece que se me sale por a boca. Tengo mucho miedo. Bebo rápidamente tres sorbos de agua. Sumerjo las cruces de San Benito en la fuente y recojo sin proponerme el número ¡ocho piedrecillas¡

De regreso voy a la encina Rodolfo, que tiene más de quinientos años, y deposito entre sus ramas las piedrecillas y las cruces. Rodolfo es tranquilidad, armonía, sosiego. Más tarde, en la iglesia, sumerjo todo en la pila de agua bendita.


No sé qué conclusión pueda referir de estos cuatro días. Llegué con unas expectativas no confesadas de tranquilidad, y la segunda noche ya estuve tentado de marcharme.

Creo que me llevo mucho de Leyre.

Son las 23 h 56 min.

Eructo de nuevo y mucho. Quise probar el cabello de angel del padre pastelero y lo hice antes de los guisantes y la pizza de atún. Me ha sentado fatal. Tras cincuenta y cuatro años, sigo cometiendo los mismos errores.



Viernes, 2 de marzo de 2007, 00 h 01 min.

Estoy desvelado. Podría intentar dormir, pero el peso de la comida me impide hacerlo con tranquilidad

Intuyo que tanto Arturo como el Padre Oscar se sienten confundidos respecto de mis comentarios. Empero, arrogarse a Cristo como patrimonio de la cristiandad creo que es demasiado…


PAMPLONA, 2 de marzo, 20 h 20 min.

No sé qué hago aquí. Estoy en hotel Yoli. Esta mañana sobre las once y media Arturo me dejaba en un cruce de peatones de la zona centro y me metí en el primer hotel que encontré, el hotel desde el que escribo estas notas.


Tengo la impresión de que como a San Virila mi tiempo se ha acelerado. No domino las percepciones. El mundo de los monjes es extremo. No he podido captarles. Presiento que en alguno de ellos pueda, además de la vocación, ser el miedo a la muerte el llamado y la garantía contra el terror del infierno.

No sé si es pánico, miedo o no saber donde agarrarme